HEMATOCRÍTICO (A Coruña, 1976 - Navia, 2023)
El Hematocrítico, se convirtió en una figura central en redes sin ninguna pretensión más allá de la de hacer reír. Así ganó una comunidad de miles de personas que lo seguían hasta convertirse en un generador de opinión. Comentaba los acontecimientos político-sociales con soltura e ingenio. De manera casi paralela a esto, abrió un blog en formato Tumblr después de visitar el Museo Louvre y pensar que sería divertido buscar obras de arte en internet y ponerle subtítulos divertidos. Así nació El Hematocrítico del Arte, una iniciativa que voló hasta conseguir una comunidad de 500.000 personas. Este proyecto saltó al papel y acabó convertido en una trilogía publicada por Caramba. Con el nacimiento del Hematocrítico del Arte fue donde se produjo un punto de inflexión en la carrera de un maestro de infantil que conocía los mecanismos del humor para niñas y niños. De pronto, había un público adulto entusiasmando con sus chistes y propuestas de humor absurdo.
En el año 2014 sale a la venta de la mano de Anaya su primer libro infantil: Feliz Feroz, ilustrado por Alberto Vázquez. Esta obra se convirtió en un éxito internacional, traduciéndose a diversas lenguas y adaptándose a formato musical en Corea. A partir de ese momento, Hematocrítico va simultanear su carrera de humorista con su carrera de autor de literatura infantil, hasta convertirse en uno de los autores de referencia del Estado, con más de cincuenta libros para este público y con el humor siempre como motor e inspiración.
Su trabajo como guionista en Los Felices Veinte, capitaneado por Nacho Vigalondo, le lleva la otra esfera: escribir chistes para televisión. El Hematocrítico pasa a ser un humorista de batalla, delante y detrás de la pantalla, un autor multidisciplinar que abarca tantos ámbitos que acaba despidiendo veinte años de carrera como maestro infantil para dedicarse a su sueño: hacer reír a público infantil y público adulto. El humor fue su tótem, en el trabajo y en la vida. Y la literatura infantil fue el canal que encontró para comunicarse con el que él era en realidad: un niño dentro del cuerpo de un adulto.